domingo, 9 de septiembre de 2007

Elecciones de CTERA no más apoyo al mal menor

Elecciones de CTERA
NO MÁS APOYO AL MAL MENOR
autor el TESCO
El 6 de septiembre habrá elecciones en CTERA. Como hemos reafirmado en numerosos volantes nuestro enemigo es el oficialismo, encarnado hoy en la Celeste, que ha venido siendo funcional al proyecto Kirchner-Filmus (como lo fue antes con otros gobiernos antipopulares, como por ejemplo el gobierno de la Alianza), negándose a unificar las luchas que los trabajadores docentes han venido llevando adelante en la mayoría de las provincias del país.
Sin embargo, a la hora de conformar una fuerza que desde la oposición entable un debate con la base para la participación del conjunto en la expulsión de la burocracia sindical siempre aparecen los mismos inconvenientes. Se trata, básicamente, de la forma de construcción.
En estas elecciones se presentarán dos listas opositoras, ambas con un mínimo planteo programático de diez puntos que engloba las principales demandas de la docencia, desde el salario igual a la canasta familiar y la defensa de los derechos laborales al rechazo a las políticas educativas oficiales.
Si bien se puede acordar con la mayoría de estas reivindicaciones, la falta de profundidad de un programa que plantee cuáles deben ser las principales medidas para recuperar la democracia sindical perdida y el modelo de educación que enfrente al de Filmus-FLACSO-UNESCO, financiado por el Banco Mundial, entre otros temas, ha llevado a una mera conformación electoralista, en la que se mezclan luchadores con burócratas. La lista Lila nos muestra ante todo las fotografías a color de los compañeros que la encabezan como si se tratase de un álbum de modelos, al tiempo que ubica como principal referente bonaerense a la mano derecha de Baradel, que se da el lujo de participar de la lista sin haber roto con el oficialismo ni realizar un mínimo cuestionamiento a la conducción burócrata. Por otro lado, la Rosa-Gris-Roja es encabezada por Tribuna Docente con agrupaciones que ofician de satélites. Tal es la pobreza política de esta construcción, que la integra una lista, la Gris, que en el 2003 fuera acusada por estas mismas agrupaciones de dividir en Matanza el voto opositor para permitirle a la burocracia recuperar el principal distrito bonaerense. Al día de hoy no se conoce ninguna retractación a este respecto. Así mismo, se reitera la presencia de personajes pseudocombativos sostenedores de las políticas de quienes hoy han cruzado a la vereda de K y de Yasky.
El nivel de improvisación al que se llega hoy es la conclusión de un retroceso que se ha venido produciendo desde el 2002 hasta la fecha. El divorcio entre la vanguardia y los trabajadores se acentúa año tras año en la medida en que los militantes de la oposición, luchadores a los que reconocemos y rescatamos, van detrás de líneas partidarias que los llevan a abandonar el recorrido de las escuelas y el debate con los trabajadores para priorizar los colores de una lista y la propaganda no militada en el terreno.
Es así que quienes tienen más peso en las decisiones, los partidos que integran las conducciones de las seccionales opositoras bonaerenses, se niegan a un debate conjunto de toda la oposición que permita organizar una fuerza que cumpla con esta tarea y rompa el esquema tradicional de construcciones realizadas para las elecciones en base a reparto de cargos. Como consecuencia estas conducciones lanzan una secuencia de paros en la provincia de Buenos Aires sin recorrer escuelas ni promover el debate, camino por el cual se logra sembrar la confusión y contribuir al retroceso de la conciencia, mientras la burocracia sindical continúa con tranquilidad sus negociaciones con los gobiernos de turno.
Esta política está lejos de la que se lleva adelante en Santa Cruz. No porque los partidos y sus direcciones no sean las mismas, sino porque la participación decidida de los trabajadores no permite que los aparatos partidarios tomen las decisiones e imponen la asamblea como método de resolución. Éste es el factor decisivo, no hay construcción genuina sin intervención de las bases.
Después del 6 de septiembre habrá que plantearse si se quiere continuar en este camino, que nos encuentre en 2010 construyendo una vez más frentes electoralistas de último momento, o si se quiere abrir el debate para construir una fuerza programática que emprenda un nuevo rumbo con todos aquellos compañeros que están hartos de las burocracias sindicales pero también de las dirigencias oportunistas y sectarias, un frente en el que los trabajadores en asamblea debatan el programa y decidan quiénes son los compañeros más representativos para llevarlo adelante.
Trabajadores de la Educación por un Sindicalismo Combativo
(el TESCO) - eltesco@yahoo.com.ar - Septiembre de 2007

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